30/5/12

Riesgos


El optimista afirma: "Quién no arriesga no pierde, pero tampoco gana"
El pesimista dice: "Quién no arriesga no gana, pero tampoco pierde".


   Es cierto que los riesgos casi siempre comportan un cambio. Por eso quizá sólo sea adecuado tomarlos cuando no estás contento con tu situación actual o, dicho de otra forma, cuando tienes menos cosas que perder que cosas que ganar.

   Pero eso no significa que al llegar a un punto de felicidad no haya que volver a tomar riesgos. A la larga, por muy buenas que sean las cosas que tienes a tu alrededor acabas acostumbrándote a ellas, ya no las valoras tanto y terminan por llenarte cada vez menos. Por ello una situación estática no es una opción válida más que para descansar un ratito del camino y coger fuerzas, pues cada segundo de parada te vacía un poco.

   Vaya infierno para el conformista, ¿no? Parece que si quieres vivir una vida medianamente plena has de estar jugándotela constantemente.

28/5/12

La violeta flotante

Un rayo de luz de luna
que se filtra en mi alma.
Esquirol que contradice al karma.

Hasta entonces otro paseo por la ciénaga
de vicios y hoy virtudes,
una nueva media vuelta en el fango de los aludes
de miserias y lágrimas,
que se tornaron plácidas.

En un recodo del barrizal hallo una violeta,
pétalos al aire como una cometa.
Granos de polen en el tallo del estambre:
grumos en chocolate que generan hambre,
sed de esperanza
y de amor que entierre la venganza.
Primeros auxilios que no son los primeros,
pero si certeros,
lo suficiente para vencer al cieno.

No me preguntes porque juzgo a una violeta por sus pétalos
si su savia es lo que define su fuerza y belleza.
Quizá te contestara que entre veces la corteza
deja entreveer la naturaleza.
Piénsalo.
O no lo pienses, al final si te arrepientes
es lo mismo al no haberlo pensado que al tocar los dientes.
¿Qué no lo entiendes? Lo sé, sólo trato de ver verde.
O simplemente de ver, de hacerme fuerte.
Hoy estoy un paso más cerca de ello
gracias al olor de una flor, a lo bello
de su color:
trazos tenues pero luminosos
que al ojo producen gozo.
Cuando su recuerdo rozo
me estremezco de posibilidad
y admiro los posos.


24/5/12

Reposo en el Sol

Del cráter infinito del volcán se eleva
una columna de porcelana incandescente.
Sin pilares ni raíces sobre ella oscila un puente
que roza el desequilibrio cuando sólo nieva.
No quiero ni pensar cuál será la leva
el día en que lo azoten granizo o torrente
que reinan fuera de esta república ausente
de climas y tormentas que no sean que llueva.

Pero ahí se mantiene, desafiante.
Quizá por poco tiempo pero ahí se mantiene.
Aunque para ello hay que tratarlo con mano de ante.

Rezo a la lírica para que se mantenga delante,
con una red en la mano y la otra en mi pene
ya que sin ellas no habrá luz en mi semblante.

Qué demonios, este incendio no hay quien lo frene.


23/5/12

Innocence

La ingenuidad me derrumba,
la aborrezco aunque sea la clave.
La inocencia que les distrae
a mí no me distrajo nunca.

Siendo su ausencia la tumba
su carencia parece llave.
Las lágrimas del que sabe
no logran que el saber cunda.

Su apariencia en ella redunda
y es por ello que me repugna.
Pero a veces la percibo tarde,
y es por ello que mis venas arden.

16/5/12

Alejandrinos movedizos

Hablan del pensamiento como de algo positivo,
como un útil de ayuda para estudiar la vida.
No ven que el carácter de un asunto es decisivo
para nadar o hundirse en arenas movedizas.

Regodearse en lo bueno como en un tiovivo,
descubrir la realidad de lo malo y su ira.
Depende de si pensarlo te hace estar más vivo
o de si su desidia es tan gélida que abriga.

Si tu vida infunde asco tienes un motivo
para pensar que pensar y su alma son negativas.
Pero si al pensar ves en tu desierto un olivo
aprovecha y recoge el aceite que destila.

Complicaciones

   A menudo veo que la gente desprecia los problemas de los demás por tener otros que consideran más graves. Quizá sin quererlo, juzgan todos los problemas con arreglo a una escala de gravedad máxima a gravedad irrisoria.

   Quizá los problemas no deban ser evaluados así. ¿Tiene menos importancia el amor platónico que rechaza a un adolescente de 16 años y que le hace llorar durante días que perder tu trabajo, por ejemplo? A primera vista parece que la diferencia entre ambos es abismal. Si lo juzgas desde un único punto de vista, el tuyo.

   Para ti perder el trabajo supondrá algo así como un futuro oscuro e incierto con perspectivas negativas. Para él perder el único punto de apoyo que tiene no supone algo distinto. Con esto quiero decir que el tamaño de los problemas no depende sólo del problema, también se ve influido por quien sufre el mal. Un problema no es más importante que otro, pues los dos resultan igual de devastadores a causa del punto de vista de cada sujeto: si bien uno puede considerar más importante la economía y letal el carecer de recursos para mantenerse, a lo mejor la otra persona juzga al sentimiento de amor y la espiritualidad como el eje del mundo.

   No creo que se deba despreciar a alguien hundido por algo en apariencia nimio. La cantidad de tristeza que genera un problema, sea cual sea, puede ser abismal y el punto de vista del que padece tan 'correcto'  como el tuyo, que concedes más importancia a otros asuntos.

   O quizá él sólo sea otro idiota que da valor a cosas superfluas.

Todo

   El problema no es sólo que todo lo que tengo es basura, sino que todo lo que no tengo también lo es.

14/5/12

Ida de olla metafísica


   Entrada sólo apta para quienes tengan ganas de leer y un criterio propio decente, por su alto contenido en estupideces desmoralizantes.

3/5/12

Ya te vale

No quiero lo que me ofreces.
Sólo quiero no querer,
y que el futuro de mi ser
no me sonroje.

Huir,
esconderme entre los pliegues de tus heces
y preguntar a mi reloj si me mereces.
Odio tu ansia de poder,
prisión de los anhelos fluyentes.
Influyentes en la mente,
humo fuera de tus redes.
Qué te he hecho yo para que me claves las uñas.
Tu impiedad es tan impropia de lo que dicen que eres
que me convence.
No me culpes, no te culpes;
tampoco pidas que rece.
Sigo en mis trece y quizá por ello me aborreces.
Tu olor ya no me mece
ni cimienta mis razones vacías de estupideces.

La opción restante es renegar de las opciones.
Renegar de las emociones.
Agrandar los recovecos del émbolo
que has oxidado sin pasiones.
Aun así, no pidas que te perdone;
por mucho que vaya a terminar haciéndolo.

2/5/12

Gambito de calidad

Tú vales más que el resto [Tu corazón es el puerto]. Nos obligaron a elegir entre tu sudor y sangre y yo dejaría todo colgando por...