1/5/16

Relato

A veces siento, me planteo, si podré con todo el sufrimiento que llevo a hombros desde que era un crío. Si no se me astillarán los nervios en algún momento, cruzaré la débil frontera que separa la genialidad de la locura, y me encontrarán al día siguiente hablándole de ser una persona más completa a cualquier contenedor por la calle. Siendo, por fin, yo mismo, de alguna forma.

Esto es lo que me queda, ¿sabes? Una personalidad elaborada, compleja, pero sencilla como las nubes que se enmarañan y deshacen al curso del mirar de los ojos; junto a un puñado de experiencias: unas cuantas sonrisas y muchos golpes. No es poca cosa, mucha vida, y yo al final tannn persona que no sé si me quiebro o amo a corazón lleno, según el tiempo.

Una carta de jazz
a la luz de la luna.
Color, un final,
un principio a oscuras.

Una fracción de la vida, al fin y al cabo.

Gambito de calidad

Tú vales más que el resto [Tu corazón es el puerto]. Nos obligaron a elegir entre tu sudor y sangre y yo dejaría todo colgando por...