28/8/13

Existencia


Una hoja cae como un tiro que dispararan
hacia la pulcritud de lo que no es, como si nada.

Cuando una idea flota, astillada, como cristal
mas la tarde no le encuentra ya freno
decídese la vida entre ascenso hacia lo mortal
o ser nación de revolución
                                      y desenfreno.

Caminando entre explosiones y estrellas fugaces,
entre los flecos de esa dualidad que no aparté,
como si pétrea fuera vida y fría la mujer.
Son laberintos sin salida y nidos de acapaces.

Son los extintos, los sin vida y los tenaces
los que construyen tal cárcel sin techo ni pared.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. ¡Un poema increíble!
    He tenido que leerlo dos veces, porque la primera me ha dejado tan impactado que apenas me he quedado con la segunda estrofa. Creo que sigo en estado de shock, jaja.
    Me encantan las metáforas que utilizas: las imágenes son muy poderosas y a todas las frases les veo más de un sentido, o al menos, encuentro varios...
    Sinceramente, no sé cómo comentar el poema para hacerle justicia. Solo puedo decir que me ha impresionado especialmente la segunda estrofa.
    Sigue así, que me has dejado con ganas de más.

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