1/2/13

Pintauñas y cicatrices

La sangre me hierve
 el corazon se me desboca
al mirarte a la cara.
 Me encanta esa faceta loca.
Dios mio, que prepotencia
 tan dulce y tan hermosa.
Es curioso, menudo asco
 doy con mis deshojadas rosas.
Da tu forma de mirar
 un escalofrío brutal.
Tan cargada de maldad
 está mi alma para ti,
tan despreciable es...
 Te amaría por encima de todo poder.
Ni con un palo
 por espalda podría dejar de temblar.
Podría tocarte
 hasta derretirte entre mis dedos.
No hay bondad ninguna
 en tu picardía, que es un arte,
en una zorra tan astuta
 seduciendo pa' enamorarte.
Como tú, ay si pudiera
 conseguir a alguien.
Sacar los ojos, escupir a la cara
 es lo que mi costumbre mereciera
de semejante guarra
 forma de ver tu pureza.
Mejor estaría sin cabeza
 para no perderme en tal belleza,
para que no me hiciera daño nunca más
 mi forma de seguir el compás.
Merece un cuchillo en la yugular
 Cupido y su forma de enamorar
por destruir mi felicidad.
 Del cielo tu alma es la puerta.
PD: Te quiero y siempre te querré
 aunque mi fe de conseguirte esté
desangrada y muerta.

Ahora lee sólo los versos impares, eso es lo que toda relación termina escondiendo entre versos y belleza aparente.

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