La sangre me hierve
el corazon se me desboca
al mirarte a la cara.
Me encanta esa faceta loca.
Dios mio, que prepotencia
tan dulce y tan hermosa.
Es curioso, menudo asco
doy con mis deshojadas rosas.
Da tu forma de mirar
un escalofrío brutal.
Tan cargada de maldad
está mi alma para ti,
tan despreciable es...
Te amaría por encima de todo poder.
Ni con un palo
por espalda podría dejar de temblar.
Podría tocarte
hasta derretirte entre mis dedos.
No hay bondad ninguna
en tu picardía, que es un arte,
en una zorra tan astuta
seduciendo pa' enamorarte.
Como tú, ay si pudiera
conseguir a alguien.
Sacar los ojos, escupir a la cara
es lo que mi costumbre mereciera
de semejante guarra
forma de ver tu pureza.
Mejor estaría sin cabeza
para no perderme en tal belleza,
para que no me hiciera daño nunca más
mi forma de seguir el compás.
Merece un cuchillo en la yugular
Cupido y su forma de enamorar
por destruir mi felicidad.
Del cielo tu alma es la puerta.
PD: Te quiero y siempre te querré
aunque mi fe de conseguirte esté
desangrada y muerta.
Ahora lee sólo los versos impares, eso es lo que toda relación termina escondiendo entre versos y belleza aparente.
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